Cuidado de las manos
Utilizamos las manos a diario para tocar y manipular objetos. La piel de las manos difiere mucho de la de otras partes del cuerpo:
La piel de las palmas y las yemas de los dedos tiene una capa córnea gruesa y firme, es rica en tejido adiposo y conjuntivo y está bien revestida de tejido insensible a la presión. La piel de las palmas de las manos y de las yemas de los dedos no tiene vello ni glándulas sebáceas, contiene una alta concentración de glándulas sudoríparas y suele ser deficiente en factores hidratantes naturales.
La piel del dorso de la mano casi no contiene tejido adiposo, es muy fina y contiene pelos finos.
Dado que la piel de las palmas de las manos es diferente de la del dorso, la formación global de la capa hidrolipídica (la emulsión de grasa y agua que recubre el exterior de la piel) es débil. Como resultado, nuestras manos se resecan rápidamente cuando están sometidas a demasiado estrés.
Sin darnos cuenta, a menudo hacemos mucho con las manos. Durante una jornada de trabajo en casa, la oficina o el jardín, suelen estar expuestas a factores externos que resecan la piel. Esto puede deberse a un contacto excesivo con el agua, pero también a la exposición a productos químicos y a los cambios de temperatura. Esto sobrecarga rápidamente los sistemas naturales de protección y reparación de la piel, lo que puede dañar la función de barrera de la piel, provocando sequedad cutánea y posibles afecciones cutáneas como eccemas y grietas.
¿Cómo puede evitar que se le sequen las manos?
- Cuando te laves las manos, utiliza agua tibia o fría para reducir la sequedad de la piel.
- Utiliza un jabón suave y delicado cuando tengas las manos muy sucias. Si no, cepíllatelas con un cepillo de manos suave. Con muchos jabones de manos, eliminas los lípidos de tu propia piel, lo que hace que la piel se seque más rápidamente.
- Cuídate las manos regularmente con una crema de manos nutritiva para evitar que la piel se dañe, se seque y se agriete, lo que provoca más rápidamente problemas como el eccema de contacto debido a la irritación y las grietas persistentes. Asegúrate de hacerlo después de cada lavado.
- Evite los secadores de manos.
- Utilice guantes para las tareas domésticas, la jardinería y las irritaciones.
- Utilice guantes en los meses de invierno.