Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel, no infecciosa, que se caracteriza por la aparición de gruesas manchas rojas y escamosas en la piel. La enfermedad está causada por un trastorno del crecimiento de la piel. Normalmente, la piel se renueva gradualmente: las células viejas de la piel se desprenden en el exterior y vuelven a crecer en la parte inferior de la epidermis. En la psoriasis, la producción de células cutáneas se acelera y el exceso de células no se elimina. Esto crea placas de piel con una gruesa capa de células cutáneas inmaduras difíciles de exfoliar. La causa de esta alteración de la producción cutánea es genética.
¿Quién padece psoriasis?
La psoriasis aparece a cualquier edad. Suele aparecer después de la pubertad, pero los bebés y los ancianos también pueden desarrollar psoriasis. Es evidente que existe un componente familiar: los hijos de un paciente de psoriasis tienen un 10% de probabilidades de desarrollar psoriasis. Algunos fármacos pueden desencadenar o exacerbar la psoriasis, por ejemplo los betabloqueantes y el litio. El tabaquismo es también un importante factor de riesgo para la psoriasis: los fumadores tienen hasta 3 veces más probabilidades de desarrollar psoriasis que los no fumadores. Dejar de fumar puede mejorar los síntomas en muchos pacientes.
¿Qué formas de psoriasis existen?
Psoriasis vulgaris
La psoriasis típica son manchas rojas y escamosas en las partes elásticas de brazos y piernas, especialmente rodillas y codos. Esta forma de psoriasis es la más común, por lo que se denomina psoriasis vulgar, o psoriasis común.
Psoriasis guttata
También es una forma común de psoriasis, y se caracteriza por la presencia de muchas pequeñas manchas escamosas de color rosa-rojizo diseminadas por todo el cuerpo.
Psoriasis inversa
A diferencia de la psoriasis común, en la que las anomalías cutáneas se encuentran principalmente en los tramos de brazos y piernas, la psoriasis inversa muestra manchas en los pliegues. Algunos ejemplos son las ingles, las axilas y, en las mujeres, debajo de los pechos. La psoriasis inversa no suele ser escamosa: son manchas brillantes de color rojo rosáceo, y no suelen engrosarse.
Psoriasis capitis
La psoriasis de la cabeza peluda a veces se parece a la "caspa" (eczema seborreico).
Psoriasis unguum
A menudo la psoriasis afecta también a las uñas. Son característicos los pequeños hoyos en la lámina ungueal. En las formas más graves, también se forma una capa de callo debajo de la uña, levantando la lámina ungueal.
Psoriasis artropática
En todas las formas descritas de psoriasis pueden aparecer también dolores articulares. Esto se denomina psoriasis artropática o artritis psoriásica.
Psoriasis pustulosa palmoplantar (M. Andrews Barber)
Esta forma particular de psoriasis consiste en pequeñas vesículas llenas de pus en las palmas de las manos y/o las plantas de los pies. Se da casi exclusivamente en fumadores.
¿Cómo evoluciona la psoriasis?
Los síntomas de la psoriasis son muy imprevisibles. Las manchas pueden permanecer confinadas a una pequeña parte de la piel durante mucho tiempo. Sin embargo, puede producirse repentinamente una gran erupción, por ejemplo tras una infección (de garganta) o el uso de ciertos medicamentos. El estrés también puede ser una de las principales causas de la propagación de la psoriasis. En muchos casos, tampoco se explica bien una exacerbación. Afortunadamente, incluso tras una prolongada expansión de los síntomas, la psoriasis puede volver a estabilizarse.
Impacto de la psoriasis en la vida diaria
La psoriasis es una enfermedad muy visible. Aunque el número de manchas de psoriasis en la piel sea limitado, puede tener un gran impacto en la vida social de las personas y afectar a su autoestima. Un gran número de personas se preocupan relativamente poco por su enfermedad cutánea y por lo que los demás puedan pensar de ella, pero hay un grupo mucho mayor que sí lucha contra sentimientos de vergüenza. Los enfermos de psoriasis a veces evitan actividades que impliquen exponer literalmente parte de su piel, como la natación. Durante las vacaciones, incluso en climas cálidos, a veces intentan llevar la mayor cantidad posible de ropa que les cubra para no mostrar a los demás su enfermedad cutánea. También puede resultar más difícil entablar relaciones íntimas: también en este caso la inseguridad y la vergüenza acerca del propio cuerpo pueden constituir una barrera importante.
Compartir experiencias con otros enfermos de psoriasis puede ayudar a sobrellevar los síntomas. También puede ser útil explicar a amigos, familiares y colegas lo que significa la enfermedad ("No, no es contagiosa...") para reducir el propio sentimiento de vergüenza ante la enfermedad y aumentar la seguridad en uno mismo. El tratamiento de la psoriasis puede ser muy intensivo. Muchos frotis, a veces complementados con la toma o inyección de fármacos (puntualmente) o fototerapia pueden percibirse como muy estresantes, porque la gente tiene que enfrentarse mucho a sus síntomas. En resumen, el impacto de la psoriasis suele ser grande y no debería ser subestimado por quienes rodean a los enfermos de psoriasis, algo que desgraciadamente ocurre con demasiada frecuencia. Pero con la comprensión y el apoyo de los que les rodean y un plan de tratamiento equilibrado por parte del dermatólogo, suele ser posible controlar la psoriasis y hacerla soportable.